18.12.10

Afuera



Afuera hace frió, pero afuera es mas que el afuera que conciben mis ojos, afuera es un mundo lleno de climas, de momentos, de pajaros, de arboles, de higos... y de millones de perspectivas honoríficas en ahondar.


Quisiera poder gastarme los momentos en cada pequeña cosa que me muestra el afuera, en cada grandiosidad de la que me separan incluso metros de cable submarino. Tener la moldeabilidad de ese afuera que a veces descubro hurgandome las entrañas.


Esta noche, debo confesarlo, me invaden los higos; me invaden con sus miles de representaciones y de letras irreparablemente tatuadas. Me dan ganas de cogerlos y morderlos de a poquitos para desmenuzarlos, y no deberle tanto a la mente y sus apreciaciones. Ser depronto, como una bióloga del alma, una bióloga capaz de bucear en los torrentes sanguíneos sin reparo hasta llegar a la morada de los higos, tomarlos en cada mano, palparlos con los ojos cerrados y luego de explorarlos a conciencia y haber gastado mas de 200 boligrafos intentando entenderlos, llevarlos hasta mi boca para terminar con la exploración. Tal vez y los higos no quieran que yo los explore, que yo los desmenuce, los muerda e incluso hasta los bese.

Tal vez están tan lejos, que nunca llegare a palparlos, pero ensoñarlos entre mis brazos es un motivo mas para cerrar los ojos y reexplorar una y otra vez el torrente sanguíneo, sin el mas mínimo temor a perderme. Si me pierdo allí me encontraran los higos, y si no me encuentran pues no reparare en levantarme y perderme en otro sentido, a ver si tal vez allí si me encuentran.


Ahora mismo, no quisiera pensar si los higos temen a mi necesidad de ellos; si con el paso de esta y otras noches, se ahonden en mi cableado y me impidan observarlos tan vivamente como ahora, ahora mismo no quiero temerle a su naturalidad, o a lo que hagan o no con su paso por mi ser.

Ahora mismo solo quiero disfrutar de su estadía, disfrutar de sus inquietudes y de sus curiosidades, de sus juegos y de sus miles de metáforas.

Quiero disfrutar del bien que me hacen estando allí adentro.


Y pensar que hace tan poco solo podían hacer parte del afuera, del exterior y por supuesto del otro lado del espejo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

cómo de asombrosa eres mujer, me fascina lo q escribes.. hay q ver cómo te expresas sobre el higo, que está de corazón abierto mientras se le cae la pulpa por vos. vos si sabés tratar un higo